ERNIMAR

Una escalofriante realidad

Los centros penitenciarios se han convertido en el escenario perfecto para cometer los más agravantes delitos y uno de los más frecuentes es la violación sexual entre hombres. Madre bajo el seudónimo “SOFÍA” manifiesta que su hijo estuvo detenido en la cárcel de Sabaneta de la ciudad de Maracaibo durante un año, en el cual fue abusado sexualmente: “un día borracho me confesó que en la cárcel lo habían violado 5 hombres, habían abusado de él, lo habían golpeado, manoteado, habían abusado de el de diferentes maneras”, con voz angustiada y temblorosa acotó.

El Cnel. Francisco Mota Rodríguez, cuenta que uno de sus trabajadores, bajo el seudónimo “VITOR”, tuvo 3 años y 147 días pagando condena por homicidio intencional. “Era un muchacho integrante de un organismo de seguridad del Estado y en defensa propia reaccionó su arma de reglamento”. Sin embargo fue manipulado el documento referencial sobre su caso y tuvo que pagar condena.

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Sin derecho a la integración social

El Estado tiene la responsabilidad directa de garantizar la seguridad, la vida y la rehabilitación del interno o interna con respecto a sus derechos humanos mediante su Sistema Penitenciario (SP). Tal como lo estipula el artículo 272 de la CRBV. La violencia penitenciaria es un problema que le compete a todos los ciudadanos, en Venezuela muere un 2,2% de internos anuales, cada dos años asesinan a una población de reclusos. Revela la página web analítica.

La indiferencia gubernamental ante esta problemática lo ha convertido en un hecho penal sin castigo, por lo que cientos de reos sufren sus consecuencias psicosociales, sin tener la oportunidad de regenerarse.

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Leyes venezolanas en incumplimiento

El Centro Penitenciario de Oriente, mejor conocido como La Pica, es una de las cuatro grandes penitenciarías de Venezuela donde todos los grandes vicios del régimen penitenciario nacional están presentes: el hacinamiento, ocio, consumo y tráfico de drogas, la violencia, ausencia de un personal penitenciario mínimamente calificado, inexistencia de la debida clasificación y agrupación de los presos, deficiencias graves en la enseñanza elemental que se debe impartir, instalaciones inadecuadas y deterioradas, como las vidas que albergan informó la página web nuso.

“Aquí nadie habla, nadie dice nada, y la seguridad de las cárceles nos venden todo, hasta la droga si uno quiere” argumenta el “CHAVO”

En este país la gente entra a la cárcel a morir, a ser violados y a recibir humillaciones físicas y morales. Son según los propios reclusos el infierno en la tierra. Humberto Prado, quien lleva más de 8 años al frente del Observatorio Venezolano de Prisiones, asegura que el problema carcelario en el país no se debe a las leyes que nos amparan, tampoco al hacinamiento, y mucho menos a la cantidad de personas recluidas en las cárceles. A su juicio hay dos problemas fundamentales: el desconocimiento y el incumplimiento de la Ley explicó el observador.rctv en una nota de prensa.

La esperanza vive en los reclusos y por esta razón quieren su bienestar familiar y social; también exigen que la seguridad no se ampare por medio de ellos. “Se debe cambiar a todo el mundo en el penal, coloquen gente nueva que tenga principios morales y éticos, porque acá todo el mundo se beneficia de nosotros” resalto el “CHAVO”

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La reprobadora sociedad

La reprobadora sociedad

De primera instancia, se debe hacer énfasis a la difícil situación a la que se enfrenta una persona que ha sido violada y maltratada físicamente, además de eso se le agrega el hecho de haber permanecido en un lugar donde no existe la humanidad ni la compasión, sino la crueldad y el dolor. Después de que un individuo queda en libertad ¿podrá integrarse nuevamente a la sociedad?, quizás esa sería la pregunta equivocada, la interrogante es, sí ¿la reprobadora sociedad los aceptara a ellos?

Los individuos expresidiarios son rechazados por la sociedad. Frecuentemente son señalados desfavorablemente y se les hace imposible reintegrarse a la sociedad al ser de esta manera excluidos. Muchas veces por esta razón vuelven a delinquir.

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¿Cancelas la deuda o pagas con tu cuerpo?

Como lo afirma el “CHAVO” que para poder sobrevivir en el penal debía acceder a tener relaciones sexuales para cancelar así los beneficios que obtenía a través de las deudas.

Madre de una víctima de abuso sexual, bajo el seudónimo “LUNA” cuenta que su hijo fue violado en el penal del edo. Trujillo por varios compañeros de la instalación: “el tuvo que comprar una droga y después no tuvo como pagarla entonces fue víctima de una violación entre varios”. También expresa que el motivo de la violación fue el ensañamiento por no haber cancelado la deuda.

A pesar de que el artículo 46 de la CRBV cita: “Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral”. Esto no se lleva a cabo en el país, ya que los presidiarios no cuentan con el amparo de los entes gubernamentales, cabe destacar que la seguridad en los penales es gobernada por los mismos presidiarios. Así argumenta el Cnel. Mota; por tanto, es evidente que en Venezuela no se cumplen las leyes.

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Víctimas y victimarios

La psiquiatra Nely Rosales delimita que un violador “es un individuo que tiene una aberración o una alteración desde el punto de vista de su personalidad en el área sexual y de alguna manera esto obedece a múltiples causas; los trastornos sexuales tienen que ver con trastornos genéticos o con personas que pueden venir con problemas grabes a nivel genético y también con el aspecto psicológico o de crianza y entonces ellos se siente de una manera que la sociedad algo les está debiendo y arremeten pues en su vida adulta de una manera absurda, inadecuada, hacen sufrir a la otra persona porque el placer sexual realmente se consigue cuando ellos están violando al individuo, ellos disfrutan viendo a esas personas o a sus víctimas sufriendo por tan aberrada situación que es lo que pasa con la violación”.

No es menos cierto que la vida penitenciaria se vuelve un circulo vicioso como lo afirma el “CHAVO”, “esto es una cadena, me hacen y te hago. Gracias a Dios yo caí por droga porque si hubiese violado a alguien ya no estuviera escribiendo esto”.

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A 30 personas se les pregunto: ¿Qué imagen tiene usted de las cárceles venezolanas?, a lo cual un 80% respondió que la imagen de las cárceles Venezolanas es mala, un 16,66% regular y un 3,33% excelente.

Otra de las preguntas formuladas fue ¿Cree usted que dentro de las cárceles venezolanas se violentan los derechos humanos?, a lo cual un 66,67% respondió “Totalmente De Acuerdo”, un16,67% “De Acuerdo”, un 3,33% “Ni De Acuerdo Ni En Desacuerdo”, un 6,77% “En Desacuerdo” y un 6,77% “Totalmente En Desacuerdo”.

A los encuestados se les formuló la siguiente pregunta ¿Cree usted que los ex presidiarios son discriminados por la sociedad?, a lo cual un 46,67% respondió “Totalmente De Acuerdo”, 30,00% “De Acuerdo”, 16,67% “Ni De Acuerdo Ni En Desacuerdo”, 3,33% “En Desacuerdo” y un 6,77% “Totalmente En Desacuerdo”.

Otra de las preguntas encuestadas fue ¿Considera usted que el Estado le brinda a los privados de libertad los derechos y garantías establecidos en el artículo 46 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV)?, a lo cual un 16,67% respondió “Totalmente De Acuerdo”, un 16,67% “De Acuerdo”, un 10,00% “Ni De Acuerdo Ni En Desacuerdo”, un 23,33% “En Desacuerdo” y 33,33% “Totalmente En Desacuerdo”.

A los encuestados se les formuló la siguiente pregunta ¿Cree usted que un individuo expresidiario que ha sido víctima de maltratos tanto física como psicológicamente podrá integrarse a la sociedad?, a lo cual un 23,33% respondió “Totalmente De Acuerdo”, un 26,77% “De Acuerdo”, un 6,77% “Ni De Acuerdo Ni En Desacuerdo”, un 23,33% “En Desacuerdo” y un 20% “Totalmente En Desacuerdo”.

Este análisis de encuesta indica que una gran mayoría considera que la imagen de los centros penitenciarios venezolanos es mala e igualmente gran parte de las personas encuestadas creen que en Venezuela se violentan los derechos humanos. Más de la mitad de los encuestados consideran que los expresidiarios son discriminados por la sociedad, de igual manera más de la mitad aseguran que los derechos y garantías establecidos en el artículo 46 de la CRBV no se cumplen y una mínima mayoría considera que un individuo expresidiario que ha sido violado y maltratado física y psicológicamente si puede integrarse a la sociedad.

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