En Venezuela se vive la dramática situación penitenciaria donde los reos sufren de abusos sexuales debido al ritual de linchamiento a violadores que opera desde hace varios años en las cárceles venezolanas, un ejemplo de esto es el caso de Ángel Pocaterra, acusado de abusar sexualmente de seis mujeres, al cual le dieron 50 puñaladas, le introdujeron un palo por el ano y lo decapitaron, hecho ocurrido en septiembre 2006 luego de haber sido capturado e ingresado al pabellón B del Retén El Marite de la ciudad de Maracaibo.
Actualmente en el país se vive un momento crítico en cuanto a los individuos que cumplen condena dentro de las cárceles, debido a que desde el primer momento que pisan su mal llamado “nuevo hogar” deben batallar para salvar sus vidas al precio que sea. Víctima bajo el seudónimo “CHAVO” expresa que para poder obtener beneficios cómodos (cama, baño, cocina…), se debe cancelar una suma de dinero y al no tener como cancelarla la manera de hacerlo era con su cuerpo “tuve que pedir beneficios y ser mujer de dos y más personas y luego tuve que acceder a otras gentes” expreso por medio de una carta.
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